Hemos desayunado un donuts con un café. Enseguida vemos la Roca y, para no perder la costumbre, la subimos.
Empieza a hacerse dura. Llegamos a Avellaneda y la pasamos de largo sin darnos cuenta. En una rampa fuerte, echo el pié a tierra y sentencio: "hasta aquí ha llegado el donuts". Entre empujar la bici y pedalear cuando podemos, vamos subiendo. Las vistas, muy chulas. Coronamos la collada verda. Empieza la bajada, peligrosisima y empinadisima. Ricardo se cae y se le suelta un pulpo. No se da cuenta y se le mete entre los piñones. Nos tiramos 45 minutos sacando hilos y gomas con alicates, navajas y sierras. Lo conseguimos. Nos hemos merecido un buen almuerzo (por cierto, no sé porqué aquí un pincho de tortilla es un pan con tumaca y una tortilla francesa) en Pardines. Precioso pueblo. Hacemos "trampa" y tiramos por la carretera hacia Planoles. Comemos en un parque. Dudamos si seguir porque vemos nubarrones amenazantes. Decidimos echarle narices y..., aquí estamos, dos horas despues, 25 km en ascenso continuado pero muy llevadero, en las pistas de esquí de La Molina. Hemos tenido una suerte loca: nada más llegar nos hemos tenido que cobijar en la puerta del Burger. Ha caído la de Dios (truenos, rayos, granizo, agua,...) y nos hemos mojado cruzando el parking para llegar a una cafetería que se veía abierta. Hemos conseguido alojamiento, cena y desayuno, pero hay que bajar al pueblo, a 4 kms, en el albergue de Mare de Deu de les Neus. Lo malo es que no descampa y no tenemos más remedio que mojarnos y pasar frío. Hemos llegado tiritando.
Mañana tenemos que hacer un "extra": subir los 4 kms que hemos bajado.
Buenas noches.
Vamos Ricardo, Kiko!!, ya veo que todo marcha. Las alforjas las veo un poco grandes para una transpirenaica, pero vosotros podéis con todo.
ResponderEliminarEstamos viendo si nos vamos de salida montañera de fin de semana y será una pena no tenerte Ricar, incluso se baraja la posibilidad de hacer algo de BTT por el Piri Navarro, no creo que hayáis llegado allí todavía para el fin de semana.
Suerte campeones, que sóis unos privilegiados por poder sufrir tanto, ya nos gustaría a algunos estar penando por esas montañas que tantas veces dibujamos en nuestra mente y a veces hasta las tocamos con las manos :-)