Hoy, viendo que ya las cuestas son rutina para estos dos, les he puesto a prueba haciéndoles pasar por una zona completamente intransitable, entre el kilómetro 10 (Guiró) y el 14 (Coll d,Oli), en ascenso (desde 1400 hasta 1520 m.). Hasta les he confundido el sendero. Y viendo que ni por esas, he provocado un pinchazo en la bici de Kiko, y cuando ya estaba reparada, otro en la otra rueda. Y, en vez de discutir y cabrearse, se han puesto mano a mano y 40 minutos después, ya estaban otra vez en marcha. Han tardado 4 horas en hacer 4 km. Les he hecho circular por el cauce de un rio, pasar bajo una cascada, les he hecho bajar una pendiente imposible llena de piedras como torrijas, y subir con el sol en el cogote y sin una brizna de aire.
Y encima, en Molar d, Amunt, kilómetro 20 del día, para hacerse un almuerzo, van y se hacen kilómetro y medio más para llegar a un bar donde una tal Gloria les ha puesto pan con tumaca y tortilla o queso.
El único síntoma de cansancio lo he visto cuando han subido a Malpás y, por recomendación de unos lugareños, han decidido hacer los últimos 8 km por una carretera comarcal en vez de ir por el camino.
Como que me llamo Porvenir que estos dos mañana son míos.
Y de nada va a servir que Kiko haya cambiado las dos cubiertas.
Estos se van a enterar...
deseandoos que tengais una feliz vuelta a casa!!
ResponderEliminarun beso, Concha.