miércoles, 9 de julio de 2014

Décima etapa: Arzúa-Santiago (39,5 kilómetros). 7 de Julio

Los primeros 20 kilómetros los hicimos por carretera. Muy peligrosa. Más aún teniendo en cuenta la niebla, que tardó en levantar. Los otros 20 fueron por caminos, muy transitados por peregrinos. Pasamos, como no, por el monte do gozo, donde nos hicimos las fotos obligadas.
Llegamos muy pronto, a las 11:00 h. por lo que hemos tenido tiempo de sobra para pasear, ver la catedral, alguna exposición, tomar ribeiros, albariños y cervezas, pulpo y otras raciones. La catedral, rodeada de andamios, no dejaba ver su mejor cara, por lo que no la hemos fotografiado. Nuestro bus salía a las 23:30 h. y llegaba a Madrid a las 7:30 h. Así fue, felizmente.



Novena etapa: Mondoñedo-Arzúa (110 kilómetros). 6 de Julio

Rampas duras, pero por asfalto. Pasamos por Abadín, Vilalba, Baamonde, Guitiriz, Sobrado dos Monxes y Arzúa.
Arzúa no tiene nada que ver. Es el pueblo donde confluyen todos los caminos de Santiago. Hay solamente un albergue municipal, pero contando con otros 7 albergues privados, hay cerca de 600 plazas para peregrinos. A pesar de haber llegado pronto, los tres primeros albergues estaban completos. Cenar y a dormir. Mañana, última etapa, solo quedarán unos 40 kilómetros, que nos haremos tranquilamente para llegar a Santiago con tiempo para disfrutar gastronómicamente y culturalmente.



Octava etapa: Luarca-Mondoñedo (92 kms). 5 de Julio

Pablo nos esperaba hacia las 8:00 h. en una gasolinera y luego iría con nosotros hasta donde le permitiera su forma física y el hierro que llevaba por bicicleta (sin alforjas, claro). Al final llegó hasta Ribadeo pasando y parando en Navia y en Tapia de Casariego. Muy bonito Tapia y muy cuidado. Un paseo marítimo al borde del acantilado con vistas a las playas a lo largo de todo el municipio (varios kilómetros).
Llegamos hacia las 12:00 h. a Ribadeo. Era muy pronto, así que nos tomamos un pulpo de matrícula de honor y nos despedimos de Pablo para continuar hasta donde nos dejen las piernas. Fueron en total 92 kilómetros. Terminamos en Mondoñedo. Lo peor hoy ha sido el viento. Tan fuerte era que en la pasarela peatonal que cruza la ría de Ribadeo, nos empujaba contra las alambradas.






Séptima etapa: Avilés-Luarca (86 kilómetros) 4 de Julio 2014

Salimos de Avilés camino de Luarca, donde hemos quedado con un amigo de Miguel: Pablo.
La tarde anterior, en el albergue, habíamos dado un manguerazo a las bicis, lo que provocó una avería gorda en el eje pedalier de Miguel: le entró agua y se estropeó un rodamiento y, por ello, se quedó el eje bloqueado además de perder toda la grasa. Por suerte, en Piedras Blancas, preguntamos a la persona adecuada, que nos indicó dónde había un tyaller de bicicletas. Tuvimos que esperar tres cuartos de hora hasta que abrió el taller. El mecánico, muy competente, lo arregló en un pis-pas y me ajustó las frenos, que también hacía falta, y pudimos seguir nuestro camino.
Llegamos a Cudillero hacia las 11:00 h. Como 3 machotes, bajamos hasta el puerto, que tenía un pequeño mercadillo, y nos comimos un melón entre los tres, sabiendo que la subida, después, iba a ser terrible. Cudillero es un pueblecito pesquero, muy turístico, excesivamente explotado turisticamente, pero que merece la pena visitar para pasear por el puerto y tomarse unos mariscos en uno de sus muchos bares, pero cuidado, no te claven.
Luego nuestro camino sigue por una senda muy divertida y muy técnica, como dicen los profesionales de la bici, pero agotadora. Se nos hizo la hora de comer y lo hicimos en un bar de carretera, dónde coincidimos con tres ciclistas sevillanos que iban también a Luarca.
Allí, en Luarca, nos juntamos con Pablo y nos dimos una caprichosa cena a base de mariscos y sardinas. El mejor pulpo que he comido. Después vimos el primer tiempo del partido Brasil-Colombia tomándonos un café irlandés.
Pablo, el amigo de Miguel, se comprometió a pedalear un rato con nosotros al día siguiente.



martes, 8 de julio de 2014

Sexta etapa: Pola de Lena-Avilés (68,5 kms). 3 de Julio 2014

No sé si me acordaré de todo...
Tampoco hay mucho que contar: Una senda poco ciclable... Una ciudad bonita y limpia (Oviedo) pero con poco que visitar... caminos muy agradables y fáciles... y un destino que todo el mundo piensa que va a ser una ciudad sucia, industrial y fea y se equivoca... Avilés es muy recomendable para visitar (centro histórico, calles peatonales, parque impresionante en pleno centro, mucho ambiente, etc).
El albergue, como todos.



miércoles, 2 de julio de 2014

Quinta etapa... ¡que suplicio! 92 km. León-Pola de Lena. 2 de Julio 2014

Salimos temprano de León (a las 5:45 h. han empezado los primeros a dar el coñazo. A las 7:30 h. saliamos de León. Lloviendo... primero asfalto, luego camino. Y más agua... un par de resbalones. El suelo impracticable. A veces arenoso, otras arcilloso, y también pedregoso... y que no para de llover!... Llegamos a una localidad, Cascantes y hacemos tiempo con un café calentito, a ver si escampa,... Hablamos con gente que había en el bar y nos recomiendan seguir por la carretera porque los caminos son inviables. Llegamos a la Robla y la de la oficina de turismo nos convence ya del todo de que tenemos que cambiar de planes. Así que la hacemos caso y tiramos por la carretera hasta Pajares, donde nos comemos un bocata a las 15:30 h. Bajada vertiginosa hasta Pola de Lena. Mañana ya veremos... estamos a 30 km de Oviedo, 30 km más hasta Avilés y otros 30 km hasta Cudillero...

Cuarta: Medina de Rioseco-Leon (119 km). 1 de Julio 2014

Mucha carretera... Parada en Villalón para comernos un poco queso fresco (de Villalón) con membrillo de las monjas de nuestro albergue.
Llegamos a León y ocupamos tres de las últimas 6 camas libres (de 184 que tiene). Y luego, a tapear por el húmedo...

Tercera etapa: Coca-Medina de Rioseco (106 kms). 30 de Junio de 2014

Hoy han sido 104 km muy fáciles pero tan cansados como los dias anteriores.
No hemos tenido ningún percance. Ojalá sea así todos los días que nos quedan. Hoy "hemos compartido mesa" con el primo de Miguel (gracias Miguel por recordármelo). Se me había olvidado mencionarlo porque mis recuerdos se basan en las fotos y no tenía ninguna de ese momento tan relajado en una terraza enorme, tomando una gran cerveza en buena compañía y pisando césped, en Simancas, pegadito a Valladolid. Además (y no es por justificarme) después de tantos días sin escribir el blog, se me hace una "amalgama de vivencias" imposible de desenmarañar. Hemos evitado los arenales de los pinares (casi todos) saliendo por la carretera. Y aquí estamos, descansando y pensando en la de mañana. Aquí hemos coincidido con un montón de ciclistas que tienen intención de llegar mañana, como nosotros, a Mansilla de las mulas.
A ver si no tenemos overbucking ( no sé si se escribe así).